lunes, 4 de julio de 2016

Universidad y acceso a la empresa...trampolín o abismo?


Durante estos últimos años he tenido la oportunidad de trabajar en los dos lados de una pareja que a todos nos interesaría que fuera fructífera y duradera. Se trata de la Educación y el mercado laboral. Por una parte, he estado cerca del entorno universitario, profesores y alumnos, tanto en programas de formación como en sesiones de coaching individual y equipo. Por otra parte, he acompañado a empresas de ámbito público y privado. En ambas partes de la relación, me he encontrado con una situación por todos conocida y no por ello menos preocupante y a la que se le debería buscar una solución, he podido evidenciar la falta de conexión y el desencuentro, ya que por una parte se quejan de la dificultad que tienen los alumnos una vez que finalizan los estudios para integrarse en el mundo laboral, y por otra parte, se quejan que los alumnos una vez que terminan sus estudios, les falta mucho para cubrir sus necesidades reales. En los siguientes párrafos voy a intentar recoger mi reflexión provocada por el trabajo anteriormente mencionado:

Hasta hoy la educación reglada ha seguido el guion establecido en los planes educativos, de espaldas a las necesidades reales del mercado profesional, encontrándonos con jóvenes titulados con unos conocimientos y titulaciones que no satisfacen completamente las necesidades de este mercado laboral, provocando que nuestros jóvenes salgan al mercado laboral y se sientan, después de haber trabajado como verdaderos “gladiadores”, indefensos, desorientados, …., algo que no parece muy coherente, e incluso podríamos valorar como “injusto”.

Vivimos en un mundo que cambia muy rápido, la información y el conocimiento vuela y está al alcance de todos (Si Wikipedia fuera un libro, contendría 22 Millones de páginas). Muchos de los productos, empresas, profesiones, …., estrellas e innovadoras de hace unos años ya no existen, otras, simplemente, se han “Transformado”, a lo que hay que sumar la numerosa aparición durante la última década de productos, empresas, profesiones, …, que no existían y ocupan un lugar importante en el mundo laboral. Podríamos decir que estamos viviendo algo similar a lo vivido con la industrialización, en la que desaparecieron muchísimos puestos de trabajo y surgieron otros nuevos, por lo tanto, ¿quién sabe qué profesiones existirán dentro de diez años?

“Si los hombres tenemos suficiente talento como para inventar nuevas máquinas que destruyen puestos de trabajo, también tenemos la capacidad de hacer que las personas que han perdido su empleo vuelvan a trabajar” John Kennedy (Años 60)

Por lo tanto, en este mundo de cambios vertiginosos, las necesidades y los modelos de negocio de las empresas también se ven afectadas y como consecuencia, los perfiles de sus profesionales. Por lo que nuestros jóvenes, futuros profesionales, necesitan vivir un proceso de transformación e ir adaptándose a las nuevas realidades y necesidades.

Hace años, las empresas valoraban muchísimo las titulaciones, única y exclusivamente. Actualmente, las empresas ponen muy en valor otro tipo de competencias como la inteligencia emocional, autoconfianza, comunicación eficaz, trabajo en equipo, liderazgo, capacidad de relacionarse, negociación, innovación, creatividad, …., las empresas necesitan profesionales que tengan habilidades, competencias y herramientas personales que actualmente nuestro sistema educativo no contempla y provoca esta situación cuando nuestros jóvenes finalizan los estudios universitarios y salen al mercado laboral, dificultando muchísimo su integración en el mundo laboral y provocando tener que alargar durante 3 o 5 años más su periodo formativo en estas competencias adicionales que le demanda el mercado.
Alejandro Andújar Bors